El teatro

Mi vida estaba perdida hasta que lo encontré, quizás no era lo que mucha gente se plantea pero me fui dando cuenta de que era lo único que amaba.
El escenario empezaba a ser parte de mí según avanzaba el tiempo.
Quizás fue una cuerda invisible lo que me llevo hasta el o quizás fue mi curiosidad hacia él, el caso es que el escenario hacia que me sintiera viva.
Cada personaje es una historia diferente.
Me vi envuelta en un mundo lleno de emociones, risa, llanto, amor, tristeza, melancolía, libertad...
Cada dialogo tiene un conflicto.
Es otro mundo apartado de la realidad. Es difícil explicar lo que se siente ahí arriba podría ser una acumulación de emociones que al entrar explotan.
Cuando estas a punto de entrar no puedes pensar, es imposible, un manojo de nervios te lo impiden y solo ansias entrar, y al entrar los nervios evolucionan y te hacen avanzar con rapidez. Al acabar te arrepientes de bajar de él.
Es un mundo difícil y duro pero a su vez es precioso y lleno de sentimientos.
Al improvisar eres libre de expresarte, cada palabra brota como por arte de magia.
Ahí arriba puedes ser cualquier cosa, y puedes llegar a sentir lo que nunca has sentido.